El nitrógeno líquido se reduce a temperaturas tan bajas como -196ºC y puede emplearse para la criobiología y la crioterapia.
La baja temperatura se emplea en la crioconservación para una conservación duradera de la sangre, los componentes de la sangre, otras células, fluidos corporales o muestras de tejido.
En la criocirugía, el nitrógeno medicinal puede utilizarse, por ejemplo, para pequeños procesos quirúrgicos como la obliteración de verrugas en dermatología.
También puede utilizarse como componente en muchas mezclas de gas y como medio de desplazamiento para equipos estériles, medio de desplazamiento no oxidante en frascos farmacéuticos, y como propulsor en generadores de aerosoles a presión. El nitrógeno medicinal proporciona una energía de presión neumática para dispositivos médicos de mucha potencia que funcionan con gas y como refrigerador para láseres quirúrgicos de dióxido de carbono.