Los gases industriales y especiales son sustancias extremadamente versátiles. No obstante, pueden conllevar además nuevos riesgos para la seguridad en el entorno laboral. Todo aquél que use gases debe haber completado los cursos de formación correspondientes y manipularlos según lo estipulan los procedimientos de seguridad en vigor. Se puede eliminar los riesgos casi por completo si se cuentan con los conocimientos adecuados sobre las propiedades del gas y los procedimientos de manipulación segura.
Los gases comprimidos pueden clasificarse en las siguientes categorías:
- Gases inflamables
Los gases inflamables en la concentración adecuada en el aire u oxígeno pueden arder o explotar si se prende un fuego. Si la mezcla es demasiado pobre o demasiado abundante, no prenderá. Las mezclas abundantes, no obstante, son peligrosas dado que podrían formar mezclas explosivas en el borde exterior de una zona.
- Oxidantes
Los oxidantes no son inflamables, pero contribuyen a la combustión de otros materiales al producir oxígeno. Los oxidantes en un estado concentrado y/o presurizado no deberían entrar en contacto con la mínima cantidad de grasa, aceite o cualquier material orgánico.
- Gases inertes
Los gases inertes reducen los niveles de oxígeno y limitan la combustión cuando se introducen en una habitación o espacio confinado. Se utilizan en los sistemas extintores de zonas donde el agua podría causar demasiados daños, por ejemplo en salas con equipos electrónicos.
- Gases tóxicos y corrosivos